Nuestra relación con los chicos del Bushido, en Cuenca, viene de hace ya muchos años. Todo empezó un mes de noviembre, cuando Paz, una
alumna que había estado con nosotros cuando aún eramos Croy's, se trasladó a Cuenca por motivos de trabajo. Poco después se puso en contacto con nosotros y nos dijo que había un grupo de gente,
judokas en su mayoría, que esataban interesados en el aikido. Hasta aquel momento no había habido ninguna escuela allí, y nos pidieron organizar un curso de iniciación.
Dicho y hecho!! Nos juntamos cuatro o cinco coches repletos de gente deseosa de dar a conocer nuestra disciplina, y, una mañana de noviembre
(creo recordar), nos fuimos hacia allá. Allí nos esperaban "León", Miguel y "Maico".
La bienvenida no pudo ser más cálida. Como si nos conociéramos de toda la vida! Nos acompañaron hasta su gimnasio, y nos
pegamos durante más de tres horas. No recuerdo cuánta gente había en el tatami, pero con creces superábamos los cuarenta, de los cuales más de la mitad eran de allí.
Después comimos, y luego más aikido. Luego cenamos, juerga y, a la mañana siguiente, más aikido.
Nos despedimos prometiendo volver (suena bien, eh?), y así lo hicimos. Se instauró un curso trimestral de fin de semana que
impartía Juanjo (el maestro Juan José Barjola), y en cada uno de éstos, los chicos grababan en vídeo las clases, y tomaban perfecta nota de lo que se explicaba. Javi ("León"), Miguel y Maico se
encargaban entonces de mantener vivo el todo entre curso y curso.
El nivel fue subiendo, y así la necesidad de los tres encargados de refrescar sus conocimientos con mayor asiduidad. Por esta
razón llegamos a la concluisión de que sería bueno tener unas clases entre medias de los cursos. Así las cosas, después del segundo o tercer curso trimestral, Marco comenzó a ir cada dos sábados a
dar un clase de unas tres horas.
El grupo de Cuenca siempre ha sido muy numeroso, y ha pasado mucha gente por él. Gracias a eso, tuvo el peso específico
suficiente de cara a la AETAIKI como para que nos permitieran organizar el curso del M. Tamura y el M. Yamada en el año 2000. Épico!!!
Hasta hoy, con cierta periodicidad, seguimos visitando Cuenca, disfrutando de su tatami, de su compañía y de su comida, y
compratiendo a cambio una clase.